Mario Alberto Kempes, alias el “Matador”, decidió contar su versión de una historia que se jugó dentro y fuera de la cancha y que, después de cuarenta años, todavía genera polémicas.
Un viaje a su verdadero mundo de sensaciones, hasta hoy desconocido, que nació en la habitación de un conventillo de Valentín Alsina e inspiró al artista que conquistó todo un continente.