En 1917, en un remoto asilo de Suiza en el que trabajaba solo, el psiquiatra Hermann Rorschach desarrolló un experimento para poner a prueba la mente humana: un conjunto de diez manchas de tinta de colores, cuidadosamente diseñadas. Durante años, Rorschach luchó con las teorías de Freud y Jung, al mismo tiempo que absorbía los movimientos estéticos de su época, desde el futurismo al dadaísmo. Él m...