Valorar nuestra vulnerabilidad y aprender a aceptar nuestra finitud son dos pasos definitivos para aprovechar y disfrutar del tiempo —poco o mucho— que nos queda en la Tierra.
Recuperamos la obra cumbre de uno de los psicólogos más citados del siglo XX. En ella, Ekman, el mejor detector de mentiras humano, nos enseña a evitar que nos engañen.