Las costumbres nacionales, una de las obras maestras de Edith Wharton, es una trepidante y magnífica novela sobre el matrimonio, el status y el dinero, y el papel que le está reservado a una mujer en cada uno de esos ámbitos.
Geishas rivales (1917) es un brillante recorrido por los distritos del placer del Tokio de principios de siglo XX, un mundo de artistas, geishas, prostitutas, poetas y «gente perdida» que el autor, Kafu Nagai, un clásico de las letras japonesas modernas, conoció muy bien: «En Tokio e incluso en Occidente, no he conocido prácticamente otra sociedad que la de las cortesanas», decía. Un sorprendente erotismo y una escritura lírica, detallista y viva iluminan en esta magnífica novela «los conflictos en torno a la dignidad y la compasión» que siempre surgen «al relacionarse un hombre y una mujer».
La formación de una marquesa (1901) está vista a través de los ojos de una narradora que, al contrario que su protagonista, no cree en los cuentos de hadas y analiza mordazmente tanto sus sueños como sus pesadillas. El resultado es una novela tensa, sorprendente, «con un toque de la adusta falta de sentimentalismo de Edith Wharton» (The Guardian).