Andrés Barba recupera aquí toda la audacia y libertad narrativa de maestros del género biográfico en una obra sobre la identidad, la paternidad, y los límites entre la narración histórica y la mera ficción.
La familia, la paternidad, la pareja, la escritura: el Knausgård más sincero y maximalista pone la última piedra en ese monumento literario que es Mi lucha.