En el Laboratorio de Retropropulsión creado durante la Segunda Guerra Mundial para que los Estados Unidos iniciaran su carrera espacial, se necesitaban matemáticos con una agilidad mental excepcional. Fue entonces cuando reclutaron a un grupo de élite: 16 mujeres jóvenes, verdaderas computadoras humanas, que con solo lápiz y papel transformaron el diseño de los cohetes gracias a su extraordinaria ...