Mirko Sabatino nos habla de la fragilidad y la brutalidad, de cómo la más oscura de las pesadillas puede arraigar en el corazón cegador de un verano de ensueño.
Una invitación a redescubrir y repensar nuestro vínculo con la naturaleza, a aprender de nuevo a sentirla y contemplarla con respeto y admiración, y a buscar una nueva definición de la ecología.