Provocador, paradójico, perspicaz y lenguaraz como acostumbra, Žižek pone su pensamiento filosófico al servicio de repensar el presente y soñar el futuro.
Una mirada caleidoscópica (lúcida, rigurosa, irónica) sobre el gran espectáculo de la sociedad occidental en las dos primeras décadas de nuestro milenio.