Hay muchas maneras de abandonar un país ya esquilmado, unas más honrosas que otras. Hay también muchas maneras de contarlo, pero la de Éric Vuillard es única.
Una hija de la inmigración argelina en Francia explora la posibilidad de una tercera vía frente a la asimilación a la sociedad de acogida y la radicalización islamista.