Ficción y temas afines

Una novela disparatada e inquietante sobre la familia, México y el empeño de escabullirse de la realidad.


Una obra maestra del gótico moderno. Una historia sobrecogedora sobre siete hermanos cuya


Tokio ya no nos quiere es un libro de viajes, una

Entre 2012 y 2015, es decir, en solo tres años, aparecieron estas tres novelas que supusieron un



Es de noche y, ansiosa ante su primer día como profesora de instituto, Celeste Price se masturba con furia. Así arranca Las lecciones peligrosas, que pronto pulverizará cualquier atisbo de normalidad que pudiera haberse concebido en el exiguo espacio de dos contundentes párrafos. Y es que Celeste es joven, y es hermosa, y tiene un marido, Ford, que es policía y tan hermoso como ella. Ambos forman una pareja perfecta, pero sólo sobre el papel; pues, mientras se satisface en silencio, Celeste adopta precauciones para que Ford no la toque. La explicación que nos da de este hecho desconcertante es muy clara, y más perturbadora aún: «Me lleva muy pocos años, puesto que yo tengo veintiséis y él treinta y uno. Pero supera en más o menos diecisiete años la edad que acapara todo mi interés sexual.» He aquí la granada que estalla en la primera página de una novela tan inquietante como directa; una novela que se complica cuando en la escuela, en medio de un ecosistema repleto de hombres lascivos y grotescos y mujeres neuróticas y desequilibradas, la profesora escoge al joven destinado a aplacar sus deseos. Jack Patrick, delgado, aniñado, cohibido: el prototipo exacto de la lujuria para Celeste. La lujuria que tomará pronto la forma de encuentros apasionados en coches, en hostales y hasta en la casa de Jack; y que, con la irrupción de Buck, el patán grosero de mirada rijosa que el muchacho tiene por padre, cuyo interés por Celeste resulta más que obvio, empieza a enfrentarse a riesgos cada vez mayores que precipitarán una trama de tensión creciente y probada capacidad adictiva. Y es que Las lecciones peligrosas no puede soltarse pese a su agresividad frontal: la de enfrentarnos con una voz en primera persona tan explícita como amoral, que obliga a recalibrar nuestra empatía y presunciones genéricas a medida que rechaza las coartadas, las explicaciones, la culpabilidad. Una voz que sazona su capacidad de escándalo con un tono repleto de agudeza y sarcasmo, de un humor satírico, incómodo y rabioso: la de Alissa Nutting, que le ha servido para desencadenar una polémica en su país de origen avalada por una solvencia literaria a prueba de bomba.






¿Por qué somos un continente rico de gente pobre?







Cal Stephanides decide contar su historia, revelar su secreto. Porque Cal, como Tiresias, ha vivido como mujer y como hombre. Todo comienza en 1922, cuando los abuelos de Cal huyen tras la guerra. Se instalan en América, en casa de su prima Lina y su marido. Las dos parejas tendrán a sus hijos casi al mismo tiempo, y estos hijos, en un juego de consanguinidades, se casarán y serán los padres de Cal. Que cuando nace es Calliope, y parece destinada a encarnar la leyenda sobre esas niñas que cuando llegaban a una cierta edad se transformaban en hombres. Y así comienza la esperadísima segunda novela de Jeffrey Eugenides, un caleidoscopio de historias que abarca ocho décadas en la historia de una familia. Es uno de los intentos más ambiciosos y logrados de escribir ese oscuro objeto del deseo literario, la Gran Novela Americana. En esta ocasión, con magníficos ecos homéricos.