Animada a veces por una bella ternura irónica, otras por una simpatía extendida por los animales, las plantas y los enamorados, la poesía de Silvina Ocampo encontró en el interior de una lengua oficial una singularidad tan afinada como original. Hay en ese universo constante, desplegado en su obra cuentística y en su trabajo como traductora, un aparente formalismo que le permitió componer una obra...