Los que duermen, libro fundacional que ahora recuperamos de la obra ya imprescindible de Gómez Bárcena, lo revela como un autor de un genio narrativo preciso y asombroso.
Peyrou continúa su personal trayectoria narrativa con una novela brillante y divertida, que se aventura a transmitirnos la certeza de que la vida podría ser diferente.
Una distopía inquietante y llena de salvaje ironía sobre el hundimiento del dólar y el desmoronamiento de Estados Unidos, contada a través de una familia a la que se le acaba el sueño americano.
«Una novela antirrealista que es prácticamente un manifiesto sobre la libertad de las formas literarias y una emocionante aventura amorosa». Alberto Ruy Sánchez
Jeanette vive en Miami y lucha contra la adicción. Hija de una inmigrante cubana, está decidida a aprender más sobre su historia familiar; una historia que su madre, Carmen, no le quiere contar. Por eso toma la decisión repentina de acoger a la hija de su vecino detenido por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas. Carmen, por su parte, todavía lucha con el trauma de haber dejado Cuba atrás, a la vez que procesa la complicada relación con su propia madre y trata de criar a una Jeanette descarriada. Jeanette, desesperada por hallar respuestas, viaja a Cuba para encontrar a su abuela y descubrir los secretos del pasado.
Desde las fábricas de cigarros del siglo XIX hasta los centros de detención actuales, Mujeres de sal es un retrato caleidoscópico de las traiciones –personales y políticas, autoinfligidas y cometidas por otros– que han dado forma a las vidas de estas mujeres. Una extraordinaria reflexión sobre las elecciones de las madres, el legado de los recuerdos y la valentía por contar esas historias a pesar de que hay quienes quieren silenciarlas.
«Dahlia de la Cerda es el brazo armado de las morras que escriben, la esperada apóstol de las morras que ayudan a otras morras. Contraescritura de barrio, misoprostol con marihuana, tuitazos de narcocorridos, un chingo de violencia, sus libros son un todo o nada, literatura de lujo proletario, carnal y radical para tiempos de bobos y cobardes». Gabriela Wiener