«Cuando se habla de literatura inmortal [...], el lector no puede dejar de pensar en Cumbres borrascosas, porque nunca esa expresión se ha hecho tan exacta y tan radiante como cuando uno abre sus páginas.»
«La agudeza y la ironía permean la narración desde las primeras páginas y por ello no hay lector que pueda resistirse al razonamiento, expuesto casi con sarcasmo en el segundo capítulo, por el que la cuñada de Elinor y Marianne convence a su marido para que reduzca la pensión de sus hermanastras a lo mínimo imprescindible. O a esa magistral simplicidad y sutileza con que retrata situaciones y paisajes, características que obligan a pensar en Jane Austen como una de las más grandes novelistas de todos los tiempos. Imprescindible desde esta obra primeriza.» Leah Bonnín, La tormenta en un vaso