Al abrir el antiguo horno de leña el olor a pan recién hecho acarició el alma de Marina. Cerró los ojos, inspiró lentamente. Olor de infancia. Olor a hogar.
El tiempo se detuvo, pero las emociones siguieron impulsando las horas.
Una mujer y dos gatos.
Un grito desgarrador sobre un final, que se convierte en un principio.