Libro tras libro, los cuentos de Fabio Morábito se han hecho cada vez más radicales en su manera de mostrarnos que la imaginación no es un gracioso atributo de la mente, sino tal vez la única manera de no sentirnos excluidos del mundo real.
En la buena tradición de la novela de mafia, o de criminales, esta novela es una inmersión en la historia de una época que se niega a acabar en el presente pero que, gracias a la literatura, termina en la última página.