“Sin que importe quién es su interlocutor —desde Bernardo Hoyos hasta Amparo Grisales, desde Rodolfo Llinás hasta Alicia Machado—, María Elvira logra siempre volvérnoslo interesante, despertar nuestra atención y nuestras ganas de seguir el trazo de esa vida y esas ideas que se nos van apareciendo allí gracias al tino magistral con que ella las lleva”. Del Prólogo de Juan Esteban Constaín