Carlos Hank González definió en una frase los usos y costumbres que caracterizaron la forma de gobernar en México: "un político pobre es un pobre político". El binomio dinero-política parecía indivisible y estaba bien visto. Por eso, durante muchos años, los hijos y los nietos del poder siguieron ostentando sus fortunas sin tener que explicar sus orígenes. Ese universo pleno de armonía terminó cua...