En esta novela, de un suspense trepidante, encontramos de nuevo a Tom Ripley –el protagonista ambiguo y fascinante de El talento de Mr. Ripley– algunos años después, con una reputación intachable y casado con una joven y hermosa heredera francesa. En su lujosa finca cerca de París, Ripley lleva una existencia apacible, cuidando el jardín, pintando, estudiando francés y escuchando música. Un día le telefonean de Londres sus socios de la Buckmaster Gallery, marchantes de Derwatt, un misterioso pintor que se oculta en un ignorado rincón de México mientras el precio de sus cuadros sube vertiginosamente. Sin embargo, un coleccionista americano sospecha que le han vendido un cuadro de Derwatt falsificado, por lo que urge la aparición del pintor para disipar sospechas... pero por desgracia Derwatt ha muerto. Y ahí entra en acción Tom Ripley.
Milena Busquets practica en estos diarios una escritura de pinceladas impresionistas y logra que de lo cotidiano, de lo en apariencia anodino, emerja la epifanía.
El personaje de Tom Ripley, que ha fascinado a tantos lectores, y también a tantos de los mejores cineastas (René Clément, Wim Wenders, Anthony Minghella, Liliana Cavani, entre otros), es el protagonista de esta extraordinaria novela de Patricia Highsmith.
Nada al principio une a Jonathan Trevanny con Tom Ripley. Jonathan es un hombre honesto y pobre que lleva una existencia apacible y gris, junto a su mujer y su hijo ¿Por qué Tom Ripley le pide que asesine a dos mafiosos? La razón es que Jonathan Trevanny no tiene nada que perder: enfermo de leucemia, le espera una muerte inminente, y su conciencia empieza a sumergirse en un estado de duermevela. El asesinato de dos mafiosos quizá no sea verdaderamente un crimen; el dinero, que su mujer y su hijo necesitarán después de su muerte, quizá no sea, en realidad, dinero sucio...
Minuciosamente, con su arte maravilloso del suspense, Patricia Highsmith analiza el lento trabajo de la corrupción en un ser acechado por la muerte, convertido en una marioneta del inquietante Ripley.