Horacio vive en la ciudad con su madre, una bruja a la que la gente acude por remedios mágicos. La comunidad la respeta tanto como a él lo desprecia. Es un ser melancólico y oscuro, que sólo se permite salir por las noches cuando la luz no afecta sus ojos. Durante el día observa cada movimiento de las calles y espera para alimentar su sed de sadismo y sangre. Este ambiente precario, cegado por la ...