Este es un libro que hay que leer necesariamente sin prejuicios, algo nada fácil en un país en el que, por pereza a pensar, solemos dar por indiscutibles determinadas ideas que pasan a ser verdades absolutas sin haber sido nunca razonadas, pero así, frívola y superficial, es España; y si a eso unimos una cobardía que hace que en el tema de los nacionalismos nos impongamos una fuerte autocensura po...