Es difícil nombrar al país sin recibir una punzada. Insistir en decir su nombre es incluso riesgoso, heroico. Pero Leonardo Padrón no claudica. Lo piensa, lo siente, lo dice. Es un ejercicio diario que lo toma por sorpresa en la actividad más común u ordinaria. De allí nace este libro, una partitura con la música de nuestros últimos tiempos: 44 postales, 44 miradas al país de los convulsos años qu...
Es difícil nombrar al país sin recibir una punzada. Insistir en decir su nombre es incluso riesgoso, heroico. Pero Leonardo Padrón no claudica. Lo piensa, lo siente, lo dice. Es un ejercicio diario que lo toma por sorpresa en la actividad más común u ordinaria. De allí nace este libro, una partitura con la música de nuestros últimos tiempos: 44 postales, 44 miradas al país de los convulsos años qu...