Receta para una novela inolvidable
Tómese una masa familiar, trabajada a mano y añádanse los siguientes ingredientes en abundancia, sin escatimar: amor, humor, secretos, traiciones, disparates, pequeños dramas y grandes alegrías… Debe cocerse a fuego vivo, riendo, cantando y dando voces. Imprescindible el acento napolitano.
Querido comensal… es decir, querido lector: aquí te sirvo los avatares de...