
Órdenes del médico - Relato erótico
«El pene estaba a unos pocos centímetros de su rostro y se agitaba dentro de los pantalones de médico; todo parecía un sueño, pero al mismo tiempo extremadamente vívido y real. Surrealista. Ya ninguno de los dos se conducía de acuerdo a sus roles convencionales, habían cruzado una línea invisible y crucial. Los eventos empezaron a fluir por sí mismos y Sofia ya no tuvo que pensar en nada más».
So...
«El pene estaba a unos pocos centímetros de su rostro y se agitaba dentro de los pantalones de médico; todo parecía un sueño, pero al mismo tiempo extremadamente vívido y real. Surrealista. Ya ninguno de los dos se conducía de acuerdo a sus roles convencionales, habían cruzado una línea invisible y crucial. Los eventos empezaron a fluir por sí mismos y Sofia ya no tuvo que pensar en nada más».
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