La crisis financiera global que sacudió el mundo entre 2008 y 2009 dejó paso a una frustrante «nueva normalidad» dominada por una economía mundial que obstaculiza la creación de puestos de trabajo, alimenta el mal funcionamiento de las instituciones políticas, contribuye a las tensiones geopolíticas y agrava las desigualdades. Todo ello pese a unas intervenciones políticas masivas por parte de los...