«No veía nada debajo del agua, aunque abriera los ojos: una barrera
viscosa, negra, fría, que por el afán de huir me parecía una sopa de
aceite en la que mis brazos y mis piernas me hacían avanzar muy
despacio, así los moviera con todas mis fuerzas».
Héctor Abad
Así empieza uno de los episodios más dramáticos de esta novela, que gira en torno a La Oculta, una finca escondida en las montañas de Col...
«No veía nada debajo del agua, aunque abriera los ojos: una barrera
viscosa, negra, fría, que por el afán de huir me parecía una sopa de
aceite en la que mis brazos y mis piernas me hacían avanzar muy
despacio, así los moviera con todas mis fuerzas».
Héctor Abad
Así empieza uno de los episodios más dramáticos de esta novela, que gira en torno a La Oculta, una finca escondida en las montañas de Col...