La nieta de un importante industrial vasco vuelve de Cuba a principios de los años cuarenta huyendo de una relación que ha fracasado, obsesionada con saber qué hay detrás de la historia de locura de su madre.
Un domingo de agosto de 1926, cuando Magdalena Laparra ha vuelto de Cuba para pasar las vacaciones con su familia, coge a sus dos hijos, uno de cada mano, y se mete al mar en la playa de Biar...