No pudo evitar preguntarse por qué el asesino de sus padres la quería viva. Y si eso no era una razón suficiente para desear estar muerta.
Cuando la mañana del 10 de agosto del año 30 a.C. la reina egipcia Cleopatra es encontrada muerta por la guarnición romana encargada de custodiarla para llevarla a Roma para el desfile triunfal de Octavio, la cólera de los romanos recae sobre sus dos hijos mell...