Un nutrido grupo de indiscutibles emblemas de la cultura nacional decidieron romper con lo convencional para marcar una época: una diva hermosa pero insatisfecha que pasó a ser una estrella intemporal conocida como la Marilyn mexicana, un Príncipe de la Canción a quien Frank Sinatra se empeñó en conocer personalmente, un torero atormentado por la frustración de no haber sido capaz de superar una f...