Según cuenta el propio Gibbon, el 15 de octubre de 1764, en Roma, mientras meditaba “entre las ruinas del Capitolio”, tuvo “la idea de escribir sobre la decadencia y caída de la ciudad”, un proyecto, sin embargo, al que parecía abocado por toda su trayectoria vital e intelectual. Gran erudito, interesado por todas las disciplinas, de talante ilustrado y contrario a todo prejuicio o superstición, l...