Los niños más pequeños también pueden hacer gimnasia sin aburrirse, siempre y cuando los padres, los profesores, los canguros o los hermanos participen y se convierten sus monitores. Se puede empezar en casa, aunque si el tiempo invita puede hacerse al aire libre, a ser posible en un prado o la playa. Las ganas de jugar, que en los niños no faltan nunca, harán el resto. Este libro le ofrece muchos...