Antiguamente, con una bolacha de caucho. Luego, con unos cuantos miles de pies tablares de caoba. Hoy, con una botella de Coca-Cola de dos litros llena de hojuelas de oro. Estos emprendedores encarnan los límites del Estado en la frontera. Alérgicos a la burocracia, las relaciones piramidales que establecen con sus trabajadores difícilmente serían compatibles con el proceso de formalización de la ...