En sociedades asoladas por epidemias, sequías, hambrunas y terremotos, la esperanza en soluciones provenientes del cielo y la creencia en hechos prodigiosos constituían una necesidad tan apremiante como los hospitales o el reparto de paliativos. Para los habitantes de la cristiandad, las imágenes milagrosas y las reliquias de los santos podían solucionar esos problemas perentorios, por lo que su p...