Para la mayoría, la ética no es más que una mera exposición y discusión de los deberes positivos y negativos que tendrían que regir el comportamiento humano. Pero esa concepción de la ética queda coja. Le falta el desarrollo de la vida buena y la felicidad, dos aspectos sumamente importantes y a los que no se les presta la necesaria atención.
A esa otra ética, la ética erótica, que no habla de ob...