Igual que en el siglo XX desaparecieron imperios que parecían eternos, preceptos morales que habían durado mil años y dogmas científicos que resultaron falsos, en el XXI vamos a decir adiós a muchas de esas tecnologías, costumbres e ideas que nos rodean desde que nacimos. Y la misma suerte que corrieron los videoclubs, el fax y la URSS, la vivirán en breve muchas de las profesiones y los aparatos ...