Durante buena parte de los años de la crisis, los graves problemas económicos en Grecia, Irlanda, España, Italia y otros países hicieron que la existencia del euro pareciera inmanejable. Y, de hecho, muchos pensaron que éste no iba a sobrevivir como moneda única, al menos no en toda la eurozona. Hubo incluso quien se preguntó si su concepción había sido una buena idea.
Porque los principales prob...