Érase una vez un enano que aparecía en la televisión y que se creía el dueño de la verdad. Érase una vez un petimetre cuya religión era la insidia y el devaneo revanchista. Con tal individuo suelto en Lima, las rencillas y los resquemores estaban, por lo común, a la orden del día.
Empleando la aguda percepción del entomólogo y el fresco humor del cronista, Fernando Ampuero recrea en esta ocasión l...