En España, sobre el papel, la calidad de vida es buena. O debería serlo. La esperanza de vida es de las mayores de los países occidentales, el clima es excelente y el capital humano está bien capacitado. Nuestro bienestar figura en la parte alta de muchos rankings internacionales. Y, sin embargo, los ciudadanos cuestionan a menudo la salud de nuestro sistema de protección social y la crisis económ...