El arte de la distracción

La distracción no siempre es el enemigo. Puede ser una señal. Un síntoma de fatiga, de exceso de estímulo o de falta de propósito. Pero también puede ser el inicio de algo valioso: una idea brillante, una conexión inesperada, una nueva vocación. Este libro no te pide ser más productivo. Te invita a hacer una pausa, a observarte con honestidad y a reconectar contigo. Porque, a veces, distraerse no ...