Los trastornos de alimentación siguen siendo un problema latente en una sociedad que los observa con condescendencia y alentado el silencio. Unos trastornos que tradicionalmente estaban asociados a las mujeres, y que ahora padecen también muchos hombres. Basta ver muchos programas televisivos por no hablar de los anuncios con cuerpos imposibles y los mensajesm anzados desde los medios de comunicación todos los días.