"Es un ensayo compuesto por muchas ‘originalidades’. La del lenguaje, fácil y lejano a los áridos textos académicos. La de la argumentación, desprendida de marcos teóricos y referencias lejanas, que llega a aproximarse al humor y la ironía. Y sobre todo, la de los puntos de vista. Fiel al estilo de su autora, es poco o nada predecible y más bien sorprende y hasta puede llegar a ser provocador. Como cuando afirma, por ejemplo, que esa condición tan reconocida del talante nacional, el parroquialismo y la falta de una mirada hacia el resto del mundo –vivir encerrados y mirar siempre hacia adentro o, como decía López Michelsen, ser el “Tibet suramericano”- no es un asunto del azar, ni un defecto de la naturaleza, sino una construcción deliberada de las élites como mecanismo para ejercer control". Rodrigo Pardo.
El exdirector del Centro de Memoria Histórica de Colombia durante el proceso de paz reflexiona con lucidez sobre un país que no ha logrado la reconciliación.