Hace más de 50 años que el régimen castrista echó a andar un mecanismo para que la sociedad cubana olvidara su pasado, no cuestionara su presente y diera por sentado el futuro comunista.
La historia debe comenzarse a contar de una manera cercana y divertida si aspiramos a formar lectores críticos y curiosos. El otro Simón, de Beatriz Helena Robledo, es una muestra de cómo cualquier relato del pasado tiene protagonistas profundamente humanos que los conectan con nuestro presente.