Una autora que se reivindica, fundamentalmente, poeta. La recuperación —con una reescritura profunda, casi un texto nuevo— del libro de poemas que funciona, en cierto modo, como semilla de La mala costumbre.
Los robots han conquistado la Tierra aniquilando a toda la humanidad, pero no les ha servido de nada porque básicamente han replicado el sistema de vida de los hombres. O sea, son infelices hasta la médula.