Adaptado com êxito para cinema e televisão, A Maldição de Hill
La esperada novela sobre la historia reciente de China. Una obre
Charlie y Eli Sisters viven en Oregon City y trabajan para el Comodoro, un magnate y quizá aspirante a político que mueve muchos hilos en las sombras y tiene múltiples y variados negocios. Los hermanos, todo hay que decirlo, son sus matones y a veces sus verdugos. Y ahora van rumbo a Sacramento, en California, a cumplir un nuevo trabajo para su jefe, acabar con Hermann Kermit Warm, un buscador de oro. Porque la novela transcurre en 1851, en plena fiebre del oro. No se sabe muy bien en qué río aurífero se encuentra Warm, y el comodoro ha enviado por delante a Morris, el dandy, que también trabaja para él y tiene que averiguar su paradero y seguirlo, para entregárselo a los Sisters. Una novela muy seductora, negra y divertida. Los críticos han comparado a su autor con Cormac McCarthy, pero éste es más bien hijo de Faulkner, mientras que DeWitt es sobrino de Mark Twain y primo hermano de los hermanos Coen, si de parentescos literarios se trata. «DeWitt ha escrito una novela del lejano Oeste que subvierte el género, emocionante, divertidísima e inesperadamente conmovedora» (Publishers Weekly).
Una historia fascinante y divertida, pero también emocionalmente
Hace cerca de tres mil años, en el norte de la India, floreció una civilización de una extraordinaria riqueza, que sin embargo no dejó reliquias arquitectónicas ni artísticas. Y es que su fortuna no se basó en las conquistas ni en la acumulación de tesoros sino en la insuperada sofisticación de una serie de textos en torno al Veda (el saber). Textos que, en su mayor parte, son minuciosas prescripciones para ejecutar los ritos, desde el más sencillo hasta el más complejo: el sacrificio. Calasso, que ya se dedicó a la religión de la India antigua en un libro memorable, Ka, vuelve ahora sobre ella para centrarse precisamente en la cuestión del sacrificio. ¿Qué es? ¿En qué consistía? ¿Cuál es la diferencia entre la mera violencia ejercida sobre un ser y la esencia del sacrificio? ¿Qué valor le damos hoy a ese concepto? Con el magnetismo propio de una poderosa novela, el recorrido de Calasso en El ardor habla, también, de nuestra cultura: de lo que significa el progresivo abandono de las formas del rito, de nuestra dificultad ya casi insuperable para establecer un intercambio con lo invisible, y las distorsiones que ello causa en la historia y la sensibilidad presentes; del rito como forma de comunicación entre lo visible y lo invisible y de todo lo que la mentalidad positivista nos ha ocultado, haciendo que confundamos nuestra incapacidad para percibirlo con su inexistencia. «La actitud sacrificial ?escribe Calasso? implica que la naturaleza tenga un sentido, mientras que la actitud científica nos ofrece la pura descripción de la naturaleza, de por sí desprovista de sentido.» Por eso, «el Satapatha Brahmana es un antídoto poderoso para la existencia actual». Calasso es una figura única en el panorama intelectual de hoy: sin arroparse en jergas académicas, y poniendo en relación saberes tan complejos como la historia de las culturas y las religiones, la antropología moderna y los grandes debates del pensamiento de todos los tiempos, es capaz de desplegar ante el lector la esencia de aquellos libros legendarios y mostrar el modo en que aún tienen mucho que decirnos. El ardor que da título a este libro es el que se enciende en la lectura, no sólo como un aprendizaje sino también como una intensa experiencia del espíritu y de la inteligencia.