«Empiezo esta investigación con la esperanza de recorrer su vida de libro cerrado para, una vez pagada la deuda, iniciar un capítulo nuevo», nos dice la autora de Dios fulmine a la que escriba sobre mí.
Intriga policíaca en una novela sobre el mundo del periodismo y de la política, situada en la Barcelona del cambio de siglo, cuando los periódicos en papel empezaban a desaparecer a medida que el espectáculo mediático substituía la tozuda realidad por las creencias, las emociones y la imaginación.