En Delparaíso todo parecía idílico y perfecto. Hasta que Juan del Val nos ha abierto las puertas: pasen y vean.
Delparaíso es un lugar seguro, vigilado las 24 horas, lujoso
e inexpugnable. Sin embargo, sus muros no protegen del miedo, del amor, de la tristeza, del deseo y de la muerte. ¿Acaso tiene sentido protegerse de la vida?
Juan del Val dirige su mirada, lúcida e implacable, a este mundo tan...