Escribí este libro a partir de una doble convicción de toda la vida. La primera, que el rumbo capitalista, aperturista y alineado al mundo moderno es el más adecuado para un país como la Argentina. Estar fuera del mundo es definitivamente un pasivo, un viaje directo a la decadencia. Y la segunda, que una macroeconomía sana y estable es la mejor apuesta al progresismo que cualquier gobierno puede h...