
Apuntes macabros
«El chico asintió y el extraño le tendió la mano. Titubeó unos segundos, se la agarró y continuaron andando juntos por la carretera. La nieve comenzaba a cuajarse de nuevo, apenas unos centímetros, pero eran suficientes para sentir la humedad y el frío a través de las suelas rotas de sus zapatos. Desanduvo parte del camino que había hecho con su padre días antes; los árboles habían ardido y todo e...
«El chico asintió y el extraño le tendió la mano. Titubeó unos segundos, se la agarró y continuaron andando juntos por la carretera. La nieve comenzaba a cuajarse de nuevo, apenas unos centímetros, pero eran suficientes para sentir la humedad y el frío a través de las suelas rotas de sus zapatos. Desanduvo parte del camino que había hecho con su padre días antes; los árboles habían ardido y todo e...
