Sigue el día a día de los ciudadanos romanos, acompañándolos por las calles de la capital, los templos, los palacios, los barrios bajos, hasta las arenas del circo.
«El barco en el que viaja Aniceto rumbo a Roma (…) llega por fin a Ostia, puerto de la capital. Desde allí, se dirige apresuradamente a la Ciudad Eterna. El día anterior, una misiva firmada por el emperador le instaba a presentarse lo ...