Ana Mateos tenía decidido que lo que más quería en la vida era ser periodista. Por ello le pidió a sus tíos, que eran su única familia, que le permitiesen hacerlo en Madrid. Éstos, que vivían en un pueblo y no veían con buenos ojos esa elección que había tomado su sobrina, accedieron. Una vez acabadas las clases del primer año, Ana decide ir a pasar los dos meses de vacaciones en el pueblo. Sin em...