Ya puedes ser mi mujer:
"—Oye —agarró a su novia por los hombros— ¿Qué nos pasa de un tiempo a esta parte? Te digo, Natalia, lo mejor es casarnos. Yo no aguanto más. Antes, todo nos lo impedía, pero ahora...
—Hablaremos en otra ocasión, Santi.
—Hablas con acento cansado. Como si todo te aburriera.
—Pues yo no tengo la culpa.
—¿Y la tengo yo? —casi exaltado.
—Tampoco. Ya discut...